¿Qué se entiende por pié diabético?
La infección, ulceración o destrucción de tejidos profundos del pie, asociadas con neuropatía periférica y/o enfermedad arterial periférica en las extremidades inferiores de los pacientes con diabetes.
El mal control de la glicemia provoca:
Neuropatía diabética: Daño en los nervios periféricos, tanto sensitivos, motores como autonómicos.
- Por la lesión sensitiva: menos capacidad de sentir las agresiones en el pie
- Por la lesión motora: pérdida de tono y atrofia muscular.
- Por la lesión autonómica: alteración sudoracional y en la regulación del flujo que provoca fisuras y pie seco.
Vasculopatía diabética: Lesión en las vasos sanguíneos periféricos, dando una disminución de nutrientes y oxígeno al pie.
- Si disminuye el flujo sanguíneo, disminuye la capacidad del pie para sanar y aumenta la posibilidad de infección y necrosis.
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Valorar el estado del pie:
- Aspecto y lesiones
- Anatomía
- Temperatura
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Exploración Neurológica: Evaluar las posibles alteraciones sensitivo-motoras, ayudándose de test de sensibilidad.
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Exploración Vascular: afectación arterial periférica.
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Debemos entender que esta patología es una complicación de un síndrome sistémico, por ello el tratamiento es multidisciplinario. Así estarán involucrados no sólo el cirujano, sino también el endocrino o el vascular.
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Nuestra labor y obligación es mirar por su salud, sin poner en riesgo su vida, intentando salvar la extremidad siempre que sea posible.
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Dependiendo del grado de afectación el tratamiento será médico o quirúrgico
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Valorar si es necesario una desbridación del tejido necrótico, es decir, la eliminación del tejido ya muerto.
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Curación del pie con antiséptico y agua.
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Colocación en la herida de parches especializados que facilitan la regeneración del tejido
Alginato de calcio con plata: Granulación y epitelización. Regeneración de los planos profundos y la piel
Plata : Cierre de heridas superficiales, cuando la herida ya ha finalizado de granulas
Colágeno con plata: Superficiales
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Controlar estrictamente su glucemia.
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Cuidado de sus pies
- Lavarse los pies con agua tibia todos los días. Secarlos bien y suavemente
- Usar crema hidratante para disminuir la resequedad
- Mantener las uñas bien cortadas
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Revisarse sus pies diariamente
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Mantener las piernas elevadas siempre que sea posible
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Calzado: No caminar descalzo, ni usar sandalias.
Uso de calzado amplio y cómodo, que no apriete